Celebremos la Academia

Espacio de divulgación académico-científica en el área de Educación Superior dirigido por Dr. Fernando Pablo Nápoli

Todo pasa y todo queda

Magritte

«The imaginative faculty » – Rene Magritte – 1948 – Bélgica, Bruselas – Surrealismo

Almorzando con el Dr. Carlos Mazzola  hace unos días, me comenta que está confirmada la posibilidad de compartir espacios de reflexión, con José Gimeno Sacristán, que estará en nuestro país y generosamente participara en actividades académicas que estamos organizando.

Consideré relevante  la noticia,  pero en el hacer académico cotidiano, la archivé en algún sitio de mi cabeza, hasta hace unos pocos minutos.

Buscando un texto, para citar en una ponencia, encontré  en la biblioteca, una obra del educador español, que por cierto, debo advertir no fue de “consumo” obligatorio desde las esferas académicas, en cualquiera de los estratos del sistema educativo formal,  durante los perversos años 90, en lo que respecta a la vertebración de enfoques que consideren a la educación como un bien social. Observe la tapa, y recordé que lo había adquirido, cuando la curiosidad, me llevo a realizar una interpretación apriorística del título de la obra: “Poderes Inestables en Educación”. José Gimeno Sacristán. Editorial Morata. Madrid 1998.

Abrí el texto aleatoriamente, cayó en la página 37, allí decía el educador español:

“La acción pedagógica no puede ser analizada sólo desde el punto de vista instrumental, sin ver las implicaciones del sujeto (profesor) y las consecuencias que tiene para su subjetividad que intervendrá y se expresará en acciones siguientes. El agente pedagógico que es el profesor, cuando ejerce como tal, es un ser humano que actúa y ese papel no puede entenderse al margen de las condición humana, por muy tecnificado que se quiera sea ese oficio. A través de las acciones que realizan en educación, los profesores  se manifiestan y transforman el mundo que los acontece. Este principio lo tiene muy bien asimilado el sentido común, pero no ha sido contemplado adecuadamente por los planteamientos cientificistas”.

La página continua con una reflexión de las implicancias sociales de esta reflexión, de las interacciones, de la profunda dimensión social de educar-Me alcanza con esta cita para desagregar algunas cuestiones:

¿Formar es un proceso de índole instrumental? Me lo pregunto en el contexto de las estéticas de los sistemas multimediales y sus obsesivas rutinas del hacer como única actividad.

¿La condición humana no es eje central de todo proceso formativo?

¿Que acontece cuando el dogmatismo exacerbado, en nombre de la ciencia (o lo que algunos científicos burocratizados hacen de ella) nos convierte en una abstracción que toma distancia de lo más humano que hay en educar?

¿Desde dónde nos miramos para tener conciencia de nuestra propia práctica docente?

Comparto con ustedes estas pocas pero inquietantes preguntas.

2 comentarios el “Todo pasa y todo queda

  1. María A. Diez
    12/05/2013

    Fernando, los últimos comentarios sobre la práctica que has «posteado», llegan a mi casi como el reflejo que devuelve un espejo en el ejercicio de la práctica docente junto a la obligatoriedad, sin límites, de seguir reflexionando sobre nuestro trabajo en las aulas, considerando las consecuencias e implicancias humanas que la educación promueve y representa.

    Gracias, el mensaje llega un día en el cual me pregunto muchas cosas, como siempre, sin tener todas las respuestas.

    Un abrazo!. Alejandra

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    • Dr. Fernando Pablo Napoli
      12/05/2013

      Gracias Alejandra, tus palabras nos impulsan a pensar y sentir cada situación que nos comprende e impacta en el acto de enseñar y en el maravilloso mundo de aprender. Fernando

      Me gusta

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Esta entrada fue publicada en 11/05/2013 por en Editorial y etiquetada con , .