Espacio de divulgación académico-científica en el área de Educación Superior dirigido por Dr. Fernando Pablo Nápoli
Trabajo presentado por el Dr. Fernando Nápoli junto a Estela Gamondés, María Luisa Jover, María del Pilar Verde Rey, Inés Casanovas y Santiago Shikiya
Resumen
Esta presentación sintetiza los resultados alcanzados en la investigación Las TIC’s y los nuevos trabajos en el modelo productivo en la Argentina realizada en la Facultad Regional Buenos Aires de la Universidad Tecnológica Nacional respecto de la relación entre las competencias propuestas en el plan de estudios de Ingeniería en Sistemas de Información y los requerimientos que efectivamente plantea la oferta de empleos a los graduados.
El estudio se sitúa en el período posterior a la gran crisis argentina de comienzos de la década. Considerando el contexto global, caracteriza el reordenamiento local del sistema productivo, el papel de las nuevas tecnologías y las nuevas competencias que el mundo del trabajo requiere al ingeniero de la especialidad en un medio inestable, que demanda innovación constante. Trata de identificar cómo se vinculan las competencias que el curriculum pretende desarrollar con las requeridas, las efectivamente empleadas y las que se necesitan profundizar para mejorar la condición laboral.
1. Temática y contexto de la investigación
Esta ponencia pretende dar cuenta de la investigación realizada en Argentina en el ámbito de la UTN, FRBA Las TIC’s y los nuevos trabajos en el modelo productivo en la Argentina, proyecto de investigación enmarcado en la cátedra de Ingeniería y Sociedad del Departamento de Ingeniería en Sistemas de Información. Este trabajo se inició en 2004, momento en el que los sucesos de fines de los noventa y primeros años de la nueva década avivaban la discusión acerca de la relación entre la formación profesional de los ingenieros y los requerimientos del mundo del trabajo. Por cierto el debate no era nuevo pues, como consecuencia de sus etapas anteriores, nuestra universidad recorría ese proceso implementando un nuevo diseño curricular, estrenado en 1995, que perseguía la formación de ingenieros innovadores. Nuestra Universidad sufrió todas las secuelas de la crisis de 2001 en plena implementación del nuevo diseño curricular.
El inicio del Plan 95 coincidió con la difusión de las TIC´s, fenómeno que contribuyó a la reestructuración productiva y social del país. Los sucesos de 2001 hicieron coincidir las primeras graduaciones de esa reforma con la emergencia de una de las experiencias más dramáticas que vivió la Argentina. Este entorno de transformación tecnológica incrementa la demanda de innovación y exige a las carreras de ingeniería la actualización permanente de estrategias y contenidos.
2. Objetivos y fuentes de la investigación
Cuando esta investigación comenzó, el país había logrado cierta estabilización social y, con la ruptura de la convertibilidad, había plasmado la reorientación de su economía. Aunque inestable, este ordenamiento, unido a la ya ocurrida inserción de las tecnologías de la información y la comunicación en todos los niveles del sistema productivo, replanteaba el debate sobre las competencias del graduado.
En este contexto, se plantearon como objetivos de esta investigación:
1. Identificar las nuevas competencias profesionales del ingeniero originadas en el modo de desarrollo informacional, tal como se presenta en Argentina.
2. Caracterizar las nuevas competencias que este modelo requiere al egresado de Ingeniería en Sistemas de Información.
3. Elaborar conocimiento que contribuya a la actual revisión de los planes de estudio y a la futura reforma curricular.
Esta indagación se ocupa de la formación de ingenieros, es decir, del espacio en que se conjugan la educación y trabajo. En las ciencias sociales encontramos las categorías para el análisis interpretativo de esta dimensión y el discurso narrativo para expresarlo. El campo de los estudios de los estudios de CTS ofrece el contexto teórico para caracterizar la sociedad de la información, el nuevo paradigma productivo y la estructura ocupacional. En el nivel empírico, la información se ha obtenido de fuentes diversas: bases de datos disponibles en las dependencias de la FRBA, cuestionarios dirigidos a los graduados entre 2001-2005 en Ingeniería en Sistemas de Información de la FRBA para establecer las competencias que les fueron requeridas para su inserción laboral en ese período. El estudio de los documentos oficiales sobre la carrera y sus procesos de evaluación y acreditación constituyeron una fuente de valiosa información respecto
de los fines y las acciones tendientes a formar las competencias estimadas por el planificador.
Cuenta también la experiencia del equipo de investigación tanto en la función docente como directiva en distintos niveles y áreas de la carrera en la institución. Esta experiencia enmarcó nuestro acercamiento a centros especializados, como el CEIL-Pietté, del CONICET, con amplia trayectoria en la investigación de problemáticas afines a nuestro proyecto.
3. Sociedad de la información. TIC’s y nuevo paradigma productivo.
En la década del setenta, según Eric Hobsbawm el momento de la “edad dorada” de la sociedad capitalista, mostró su agotamiento. La crisis del petróleo aceleró un proceso de reestructuración del capitalismo que desmanteló el anterior contrato social entre capital y trabajo. Las ideas de privatización, desregulación y globalización de la producción y el mercado, sumadas a “la innovación tecnológica y el cambio organizativo centrados en la flexibilidad y la adaptabilidad, fueron absolutamente cruciales para determinar la velocidad y la eficacia de la reestructuración”. (Castells, 1999:45). También rápidamente cuajaron la legislación y las instituciones que estabilizaban el paradigma emergente convirtiendo a la tecnología informacional en una fuerzaestructurante de la sociedad en todos sus órdenes.
Entendemos por TIC’s el “conjunto convergente de tecnologías de la microelectrónica, la informática (máquinas y software), las telecomunicaciones/televisión, radio y la optoelectrónica.
(…) ingeniería genética y su conjunto de desarrollos y aplicaciones en expansión”. (Castells, 1999: 56) Así la singularidad que define a la nueva economía capitalista de fines del siglo XX y principios del XXI es la interrelación de dos rasgos específicos: lo global y lo informacional. La economía global no es simplemente una economía mundial, “Es una economía con la capacidad de funcionar como una unidad en tiempo real a escala planetaria” (Castells, 1999:120)
Varios autores coinciden en que la revolución tecnológica impulsada por las TIC’s constituye la tercera revolución industrial, es decir, una honda transformación de la estructura productiva que culmina configurando un nuevo paradigma tecnoproductivo. Este concepto describe, según Carlota Pérez, una realidad más amplia que la de un sistema tecnológico. “En la práctica, entonces, la difusión de cada revolución tecnológica específica sería guiada por un ‘paradigma tecno-económico’ cada vez más enraizado en la conciencia colectiva, hasta convertirse en el ‘sentido común’ de ingenieros, gerentes e inversionistas, para el logro de la máxima eficiencia y la óptima práctica productiva.” (Pérez, 1986: 1).
Según Julio Neffa, el ideario neoliberal construyó este sentido común postulando que el trabajo es una mercancía más sometida a la relación de oferta y demanda y que la flexibilidad de la nueva tecnología incrementa la productividad. Dicha flexibilidad estructura la relación entre las TIC’s y los atributos personales para acceder a los empleos sofisticados del nuevo sistema, dado que son tecnologías de uso intensivo de conocimiento, fundamentalmente científico, que exigen del sujeto competencias para crear símbolos y representaciones, genuinos objetos de valor. Estos factores son constitutivos de esta forma de capitalismo “de crecimiento sin empleo” de la que Zygmunt Bauman afirma: “Una de las recomendaciones que más suele hacerse entre tanto a los jóvenes es que sean flexibles…que no esperen demasiado de sus empleos, que acepten los trabajos tal como vienen sin hacer demasiadas preguntas y que se los tomen como una posibilidad que hay que disfrutar al vuelo y mientras dure, y no tanto como un capítulo introductorio de un “proyecto vital”, una cuestión de amor propio y autodefinición, o una garantía de seguridad a largo plazo”. (Bauman, 2005: 22).
Esta revolución tecnológica ha tornado más fragmentada e inestable a la sociedad global. Sus características también se reconocen en la Argentina pues el predominio de la situación de crisis precarizó el trabajo, fenómeno que todavía se expresa en su pérdida de capacidad en la negociación salarial y en el incremento del empleo informal. En este contexto también se precarizó el empleo de ingenieros. La reactivación económica posdevaluación muestra un incremento de la demanda de ingenieros en Sistemas de Información.
4. La formación de Ingenieros en Sistemas de Información en la UTN: Competencias y desarrollo laboral.
Es misión de la universidad formar profesionales. En sentido corriente la formación profesional es una actividad educativa cuyo objetivo es preparar a las personas para el trabajo. El siglo XX incrementó la interdependencia entre la educación universitaria y el mundo del trabajo sin que esto signifique rescindir la autonomía de estas dimensiones. Aunque la formación no es en sí misma creadora de empleos, la universidad afronta la creciente complejización del sistema laboral diversificando las opciones de capacitación profesional. Ejemplo de este proyecto es la creación de la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información de la UTN.
El diseño curricular implementado en UTN en 1995 establece los objetivos y criterios curriculares para incorporar un conjunto de nuevas habilidades _en términos actuales, competencias_ que, como dice en su Fundamentación, pretende actualizar los criterios para la formación del ingeniero, facilitar la inserción laboral del egresado y formar un ingeniero creativo capaz de generar cambios. Es decir, un ingeniero en el que la impronta innovadora oriente su trayectoria profesional. Para lograr este perfil, el diseño se sustenta en la teoría constructivista del aprendizaje y, en pos de la actualización de contenidos, incorpora espacios curriculares tendientes a fortalecer las actividades de administración y gestión. Sin embargo, su propuesta más innovadora es incorporar la noción de integración como finalidad central. El tronco integrador, estructurado con asignaturas homogéneas, integradoras y electivas en cada nivel de la carrera, se propone acercar al alumno a las actividades propias de la profesión y a desarrollar en el estudiante una visión del rol social de su profesión.
Desde que Ingeniería en Sistemas de Información asumió este diseño hasta hoy, la noción de competencias se ha vuelto cotidiana en el debate sobre la enseñanza de la ingeniería. El enfoque de la enseñanza por competencias intenta formar para un mundo cambiante y, por este camino, estrechar la distancia entre la formación profesional y el campo laboral. La idea de competencias alude a un saber por el cual el sujeto pone en juego su experiencia y potencial al movilizar conocimientos y habilidades para afrontar problemas en situaciones determinadas, específicas y, en consecuencia, novedosas. Las competencias no refieren sólo a conocimiento técnico; también refieren a cualidades en acción que se corresponden con modos de establecer vínculos interpersonales propios de las relaciones sociales que crea el ejercicio profesional.
5. Perfil ocupacional de los graduados de Ingeniería de Sistemas de la UTN, FRBA, período 001 a 2005.
Del análisis del perfil, competencias e incumbencias del curriculum de la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información de la UTN., se elaboró un cuestionario dirigido a los graduados entre 2001 y 2005 para establecer cuáles son las competencias más requeridas por los empleadores para las tareas que predominan en la oferta laboral, las efectivamente empleadas en las funciones y las competencias necesarias para mejorar la situación laboral.
A continuación se consignan algunos resultados obtenidos del procesamiento de los datos aportados por los graduados en las respuestas al cuestionario. El cuadro que se presenta más adelante expresa la información concerniente a la relación entre las competencias que el curriculum pretende formar y su incidencia en el ejercicio profesional de los graduados.
Allí se puede observar que las principales habilidades o competencias que les fueron requeridas a los graduados al momento de ser seleccionados para su ocupación son el manejo de lengua extranjera y, en menor medida, el dominio de la comunicación oral y/o escrita.
Con respecto a las competencias efectivamente empleadas en la ocupación actual, éstas se relacionan principalmente con la capacidad para resolver conflictos y para soportar la incertidumbre / estrés, la creatividad y el dominio de comunicación oral y/o escrita. Se puede observar que la mayoría de estas competencias constituyen el sostén de los comportamientos innovadores.
Por otra parte, las principales competencias en las que los graduados necesitan capacitarse con vistas a mejorar su situación laboral consisten en el manejo de lengua extranjera y, en menor medida, en la creatividad y la capacidad para soportar la incertidumbre/estrés.
Pero, las principales habilidades requeridas y empleadas se vinculan con la disponibilidad para trabajar en equipo, la responsabilidad y compromiso con la tarea y la capacidad para comprender / resolver situaciones nuevas.
Por otra parte, las principales competencias requeridas y con necesidad de capacitación se resumen en la capacidad para soportar la incertidumbre / estrés, el manejo de lengua extranjera y, en menor medida, la creatividad.
Finalmente, la principal habilidad identificada como requerida, empleada y necesaria se reduce al manejo de lengua extranjera.
Conclusiones
A continuación se presentan algunas conclusiones que, aunque preliminares, son consistentes con la información recabada en el campo empírico y con las teorías que enmarcan esta indagación.
1. Se pone en tela de juicio la concepción que plantea que el curriculum universitario valioso es el que se ajusta a las demandas del mundo laboral. Ambos espacios tienen sus particularidades y, en consecuencia, se desenvuelven con relativa independencia. La diferencia entre las competencias requeridas al aspirante al puesto y las que luego efectivamente emplea o necesita aporta sustento empírico a esta interpretación.
2. Resulta consistente con la poca estabilidad del sistema productivo y la volatilidad de la oferta laboral que las competencias más empleadas y en las que más necesitan los ingenieros noveles profundizar su formación sean las relacionadas con la capacidad para enfrentar el cambio, decidir en incertidumbre y soportar las exigencias de las situaciones de tensión.
3. Es llamativo que en una sociedad en la que la disputa social es experiencia cotidiana, al momento de la contratación, no se requiera al ingeniero competencias para manejar el conflicto. No obstante, en el ejercicio profesional descubre su necesidad.
4. Se puede suponer que la necesidad de formarse en lengua extranjera es prioritaria para el desarrollo del ingeniero en sistemas debido a la procedencia de la tecnología informática, la inscripción global de los profesionales del área y a la regionalización. Será motivo de análisis en la discusión curricular determinar si esta competencia ocupará un espacio mayor que el actual en los planes de estudio.
BIBLIOGRAFIA
Bauman, Z (2004): Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. Polity Press Cambridge Castells, M. (1996): La Era de la Información. Alianza, Madrid
Hobsbawm, E. (1998): Historia del siglo XX. Buenos Aires, Crítica Levy-Leboyer, C. (2003): Gestión de las competencias. Cómo analizarlas. Cómo evaluarlas. Cómo desarrollarlas. Barcelona, Ediciones Gestión 2000.
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