Espacio de divulgación académico-científica en el área de Educación Superior dirigido por Dr. Fernando Pablo Nápoli
Pero en el fondo de la cuestión, más allá de una actitud de niños, el columpiarse es un eje central de la gestión universitaria, en cada uno de sus estamentos, desde el armado de un programa de estudios para bajarlo a los integrantes de la cátedra, hasta los posicionamiento s de las máximas autoridades universitarias en la toma de decisiones académicas.
El columpio es táctica y estrategia, es ir para adelante e ir hacia atrás, calculando cada esfuerzo organizativo, teniendo pleno control de cada movimiento en un contexto, de movimientos de mayor alcance, aquel movimiento, que en ese juego de fuerzas, es una escalada certera hacia la cúspide del poder organizacional, o hacia los estratos más rudimentarios de una causa política.
El columpio en toda plaza, está próximo de una calesita y eso no es un dato menor, cuando pensamos en nuestro cotidiano universitario.
¿Cuando se produce el pasaje del columpio a la calesita? ¿Cuándo trasladamos en pocos metros (físicos o psicológicos) el columpiar hacia la circularidad eterna?
Cuando no se tiene la voluntad de poner el cuerpo institucional hacia adelante, cuando vamos y venimos, sin dar retorno en el movimiento, a lo que quedo en el camino del ir y venir incesante, y lo incesante es un componente profundo de la organización universitaria, ya que cada día de clase, investigación o extensión, se nos presenta como una lógica de interacción tan fuerte que nos interpela.
Interpelemos cada dimensión de la universidad, porque así, estaremos interpelando cada uno de nuestros actos académicos, en un columpio.
Sin las circularidades de la calesita, que se configuran como los más cómodo y simples para recorrer la academia. La academia no es circular……
Es toma del poder para ser, es camino caminable, es construir saber para poder pieza por pieza construir un mundo mejor, más sencillamente humano para todos.