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Espacio de divulgación académico-científica en el área de Educación Superior dirigido por Dr. Fernando Pablo Nápoli

De la matrícula masculina a la masificación estudiantil

El siguiente artículo del Dr. Fernando Napoli fue publicado en la Edición Impresa del Diraio Perfil del día domingo 17 de agosto de 2014 en la sección «Universidades»

El Dr. Fernando Napoli con la edición impresa del diario Perfil del día domingo 17 de agosto de 2014

El Dr. Fernando Napoli con la edición impresa del diario Perfil del día domingo 17 de agosto de 2014

«Cómo se formaron las universidades en la historia argentina. Desde los orígenes, hasta la actualidad. Peronismo, dictadura y primavera democrática: la impronta de cada gobierno en la creación y multiplicación de establecimientos académicos.

En un contexto histórico, la universidad de Córdoba es la primera en Argentina y una de las más antiguas en América Latina, fue creada por los sacerdotes jesuitas en el siglo XVII, pero el impulso modernizador y de expansión se produce con la nacionalización de dicha universidad, más la creación de otras como las de Buenos Aires (1821), Litoral-Santa Fe (1889), La Plata (1905) y Tucumán (1912). Se trata de las universidades nacionales más grandes del país.

Es importante destacar que este proceso moderno contó con el marco regulativo dado por la Ley Avellaneda en1885. No obstante, la modernización es un proceso lento y traumático, ya que la universidad colonial, clerical y elitista se resiste a dejar paso a la universidad, que estallará con la reforma de 1918: entre otros aspectos, la clase media ingresa a las aulas universitarias, lo que posibilita luego, en la década del 50, otra etapa de masificación que, aún hoy en día, continúa.

Las universidades, hasta entonces, se caracterizaban por un marcado predominio de la matrícula masculina por sobre la femenina y una elección mayoritaria de las carreras tradicionales: Derecho y Medicina. Profesionalismo y elitismo son dos rasgos característicos de todo el período.

Durante la época colonial, en América Latina, se crean treinta y tres universidades.  En el período que va de la Independencia hasta 1955, se crean aproximadamente otros cincuenta establecimientos.

Diario Perfil. Edición Impresa. Domingo 14 de agosto de 2014. Sumplento Universidad, p.46

Diario Perfil. Edición Impresa. Domingo 14 de agosto de 2014. Sumplento Universidad, p.46

En 1975 se registran unas cuatrocientas universidades sobre casi más de mil instituciones de nivel superior en la región, el 40% de las cuales son de carácter privado, aunque en términos de matrícula su participación es bastante menor.

Para tener una idea de la magnitud de la expansión de la matrícula de alumnos en América Latina, se debe recordar que en 1950 la misma es de 279 mil; 35 años después, pasa a ser de 6.419.000.  Este proceso de masificación va acompañado de una complejización de la institución.

Brunner lo caracteriza como de ampliación de la base institucional, masificación de la matrícula y expansión del cuerpo docente.  En Argentina, a partir del golpe militar de 1955, la expansión ya no es sólo de matrícula sino de creación de universidades, a partir de entonces se puede distinguir tres períodos.

El de expansión (1956- 1970): se pasa de siete universidades a treinta, de las cuales veintiuna son creaciones de universidades privadas católicas.  Este proceso es similar en toda América Latina.

En el segundo movimiento de creación de instituciones (1971-1974), proceso que es esencialmente público, se crean diecinueve universidades en todo el país.

En términos de sistema, este período significa que la cobertura de la educación universitaria sea nacional. El sistema se diversifica, se acrecienta el cuerpo docente, se inicia la construcción de un modelo científico. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en la mayor parte de los países de la región, el proceso de diferenciación por especialización de funciones y tareas que complejiza el sistema en términos de niveles y sectores no alcanza la complejidad que se supone en el modelo inicial de las universidades regionales.

Diario Perfil. Edición Impresa. Domingo 14 de agosto de 2014. Sumplento Universidad, p.47

Diario Perfil. Edición Impresa. Domingo 14 de agosto de 2014. Sumplento Universidad, p.47

No se desarrollan nuevos niveles como el posgrado, ni se llevan a cabo las iniciativas de departamentalización.  Con la creación de diecinueve universidades y la nacionalización de algunas provinciales, se llega en 1975 a cuarenta y siete, número que se mantiene estable hasta 1989, momento en que comienza un nuevo proceso de creación de universidades públicas y privadas.

El tercer impulso es de carácter mixto (público y privado) por la presión del mercado, por una parte, y la negociación política por otra, dado que lamentablemente estas creaciones pasan a ser moneda de intercambio en la Legislatura nacional. Se registra, en virtud de ello, la creación de universidades en La Rioja y en el conurbano bonaerense.

Antes de entrar a la década del 90, no se puede dejar de señalar dos momentos importantes para las universidades.  El período que va de 1976 a 1983, conocido como el de la peor dictadura militar que Argentina vivió, son también para las universidades sus años más oscuros, se produce: “a) descenso abrupto de la matrícula; b) la aplicación de aranceles y cupos de ingreso; c) la reducción súbita del financiamiento universitario; d) la desvinculación de la política científica del ámbito universitario; e) la inmovilización del sector en términos de expansión de la matrícula, creación de nuevas carreras, creación de nuevas universidades, públicas o privadas; f) jerarquización de las condiciones salariales; g) realización de concursos sobre el final del régimen bajo condiciones de control y vigilancia político-ideológica; h) debilitamiento del campo científico por efecto de la emigración y represión docente…”

Con el advenimiento de la democracia se reanuda el crecimiento de la matrícula, aunque no en todas las universidades; se restablece l a autonomía y se vuelve al sistema de gobierno por claustros en la mayoría de los establecimientos tripartitos; se regularizan los concursos docentes; el Estado deja de ser el factor integrador del sistema, lo que posibilita nuevas formas de coordinación e integración; se crea en 1985 el CIN, Consejo Interuniversitario Nacional.

La última etapa, aún hoy vigente, es la que se abre con lo que se conoce como “Estado evaluador”. Tradicionalmente, las universidades gozan de una fuerte autonomía y el papel del Estado está caracterizado por una falta de protagonismo.

Esta relación, a la cual se denomina “Estado benevolente”, se caracteriza por la asignación de recursos sin exigir rendición de cuentas.

perfilPaulatinamente, empieza a abrirse paso la idea de la necesidad de “dar cuenta” del destino de los fondos que asigna el Estado, a la vez que la evaluación comienza a perfilarse en el mundo como mecanismo de regulación de políticas impulsadas desde los organismos internacionales.

En 1995, el gobierno nacional logra imponer la Ley de Educación Superior (LES) 24.521, que viene a legitimar todo este modelo. Este breve recorrido de la génesis y desarrollo de las instituciones» universitarias.»

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Esta entrada fue publicada en 30/08/2014 por en Articulos y entrevistas y etiquetada con , , .
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