Espacio de divulgación académico-científica en el área de Educación Superior dirigido por Dr. Fernando Pablo Nápoli
El sigueinte artículo del Dr. Fernando P. Napoli y el Dr. Carlos F. Mazzola fue publicado en la edición impresa del Diario Perfil, suplemento Universidad (año X, N°934, pág. 48 y 49) del domingo 26 de octubre de 2014. La misma puede consultarse en al versión digital (clic aquí).
Cabe destacar que los editores al colocar la filiación institucional del Dr. Fernando Nápoli omitiendo «Director académico de la Maestría en Docencia Universitria de la FRBA-UTN», consignando solamente la Dirección del Doctorado en Educación de la UCSF.
Los posgrados en la Argentina estallan en la década del 90, más allá de las opciones académicas en campos disciplinares específicos en las universidades públicas con tradición en doctorados. Frente a este contexto y a la escasa difusión de estudios sobre el sistema educativo surgen ideas bastante aceptadas por todos, pero que encierran un grado de dificultad por su escasa veracidad. Llamaremos a estas ideas “espejismos académicos”.
1. Los posgrados son la modalidad de enseñanza que requiere la sociedad del conocimiento. Constituye una idea extendida que en la actualidad vivimos en una sociedad donde el conocimiento es el recurso más preciado, el conocimiento estaría marcando un salto en la historia de la humanidad. Hoy existe cierto consenso en plantear la centralidad del conocimiento, sobre todo en autores abocados a la problemática de la universidad (Toffler 1981, Pérez Lindo 2005, Marquis 2008, Rama, 2008). ¿Por qué se ha planteado que esta idea es un espejismo? Por la sobrevaloración que se hace del conocimiento como agente que marca una época.
2. El posgrado es garantía de calidad de enseñanza. Se considera que la enseñanza de posgrado es de calidad y garantiza el prestigio de la institución, que está en directa relación con la oferta de posgrado que ofrece.
Estimado Fernando:
En la clase de ayer, intervine señalando que el avance de la ciencia y de la tecnología, difícilmente podía superar las condiciones impuestas por el grado desarrollo de las fuerzas productivas, ya que ese grado de desarrollo condiciona la posibilidad de atender a las necesidades de la población, en todas las áreas.
Señalé por ejemplo que los intentos por dotar de un avance tecnológico, podían chocar con los recursos existentes, el conocimiento de su época, etc.
Di como ejemplo, el infortunado anuncio del peronismo en los 50, con el asunto del agua pesada y la energía nuclear.
Esta postura dio paso a un debate en el que se señaló que el mercado no debería imponer los límites y objetivos del avance del conocimiento, o de la investigación académico-científica.
En ese aspecto, estoy completamente de acuerdo… sin olvidar lo anterior respecto a la sociedad en la que se intenta desarrollar esos avances.
No es necesario señalar que en un país como Argentina, en el que la burguesía tiene un rol parasitario y que no ha podido desarrollar una industria capaz de atender a las necesidades siquiera del consumo local primario…es impensable pretender que esa misma burguesía pueda desarrollarse más allá de los límites impuestos por el imperialismo, y porque no decirlo, ante el fracaso de los partidos políticos que no pueden superar la crisis del 2001.
Pero volviendo al asunto, leo en tu artículo: «Mitos y verdades sobre los estudios de posgrado», que la primer conclusión que se obtiene es que «El perfil de la universidad argentina, más profesionalista que humboldteana, tiene y tendrá su impacto sobre un sistema donde el nexo con los proyectos de investigación, tan necesarios en los doctorado y posdoctorados, es débil, mientras que es fuerte la conexión con los requerimientos del mercado».
Creo que hubiera muy útil leer este pasaje en la clase, porque en un sentido, advierte que el mercado, en la actualidad, dirige la investigación científica, y que no se trata (a mi modo de ver), de una crítica que pueda ser descontextualizada de la política del gobierno actual, que obviamente mantiene el esquema planteado en la LES (por dar un ejemplo), tras más de una década de gobierno.
En ese sentido, TECNOPOLIS, no supera la «fuerte conexión con los requerimientos del mercado»:
Por supuesto, esta opinión tiene carácter público y de mi parte, dejo abierto el debate sobre el particular.
Atentamente Luis Trombetta
Maestrando de la Maestría de Educación Universitaria. UBA.
17/05/2015
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