Espacio de divulgación académico-científica en el área de Educación Superior dirigido por Dr. Fernando Pablo Nápoli
Actividad académica realizada por los alumnos en el seminario de Intgración a cargo del Dr Fernando Nápoli
El martes pasado 17 de septiembre fue el día del profesor, aquí en Argentina, como cada año fue una efemérides olvidada en el calendario de los días que transcurren en las márgenes del movimiento temporal. Se celebra esa fecha por el aniversario de la desaparición física de José Manuel Estrada, un hombre que poco aporto al pensamiento educacional, pero sus contemporáneos anclados en su lógica de clase gobernante, lo llevaron hacia un lugar de preeminencia en el pensar de la educación.
Más allá de mis subjetividades, que por cierto, tienen como anclaje una visión del mundo social y por consiguiente de la educación, quiero conmemorar con esta editorial nuestro día, el día del profesor.
Quiero rescatar en estas breves líneas un posicionamiento frente al saber, en torno al conocimiento, en relación a lo que nos hace profunda y humildemente humanos en nuestra profesión, en cada mañana cuando nos levantamos, pensando en nuestros alumnos, en qué haremos hoy para facilitarles el aprendizaje en la vida universitaria, pensando y sintiendo como hacemos para aperturar en ellos ,su deseo de aprender, su deseo de querer adentrarse en los abigarrados laberintos del conocimiento, en cómo podemos rasgar los velos que impiden tener una mirada abierta y plural de lo que nos acontece como personas en comunidad de personas para aprender y transformar desde ese aprendizaje el sinfín de relaciones que nos contienen.
Debemos interpelarnos como profesores, para entender y recrear la profesión, pero no con un sentido estrecho de lo que profesamos, que no es otra cosa que un profundo sentimiento de hacernos más responsables de nuestra propia práctica en la universidad.
Una universidad que nos imprime no solo un status académico, sino también un fuerte sentido de autocrítica personal para sostener el complejo proceso de educar, más allá de las disciplinas, en un encuentro habitualmente humano y humanizante.
Queridos colegas, estas palabras son solo un aditamento con este saludo de feliz día del profesor.