Celebremos la Academia

Espacio de divulgación académico-científica en el área de Educación Superior dirigido por Dr. Fernando Pablo Nápoli

La Universidad como campo analítico de reflexión

Intentaremos plantear algunos costados de la vida universitaria, sabiendo que infinidad de cuestiones quedan en el derrotero.

Comencemos con una certeza, precisamos marcar una agenda de reflexión sobre un espacio, que se sobrevalúa en cada instancia del pensamiento colectivo: la universidad.

dsc_0045Adentrarnos en las lógicas de las matrices culturales de la institución universitaria, es poner de manifiesto un abigarrado conjunto de tensiones, conflictos y mediación de fuerzas centrípetas y centrífugas, que configuran modos de proyectar las funciones básicas de la vida universitaria. Desde hace más de una década, se realizan eventos académicos que tienen como misión pensar desde lo individual y colectivo el campo universitario, sabemos que estos esfuerzos gozan de una excelente salud en su intencionalidad, pero sin marcar un impacto profundo en el corazón mismo de las universidades.

La universidad es la organización social más compleja que existe (800 años de conjunciones articuladas entre lo social, político, económico y cultural) entre nuestras realidades organizativas, de casa de estudios concreta, hacia un horizonte de promesas que delinean expectativas de futuro, no solo en la generación de nuevos conocimientos en múltiples campos disciplinares, sino en la construcción de un hacer profesional, lo que conocíamos como la ecuación: a mayor formación, mayor capacidad de oportunidades de empleabilidad.

«Hoy esa ecuación está quebrada, desdibujada, desdoblada entre vórtices de nuevas realidades, ¿eso significa que la universidad perdió su sentido prístino? Para nada, cada día renueva y reedita su sentido primigenio, despliega nuevas potencialidades como institución capaz de dar respuestas a cada uno de los actores que componen el difuso sentido de la realidad social».

Tal vez podamos hacer el intento (poco fructífero por cierto) de observar hacia la producción de otras organizaciones sociales, y para nuestra sorpresa encontraremos que hay una fidelidad histórica en el campo universitario, de reinterpretar su sentido, como lugar de fortalecimiento con crecimiento individual y colectivo de todos sus actores, ese ida y vuelta que tiene la institución con su entorno, nos hace profundamente responsables desde lo académico.

campoLa Universidad es un tiempo más que un espacio, dado que en su devenir, se articulan procesos complejos, con una argamasa distintiva: pensar el mundo, la vida, la realidad con una sistematicidad propia del desarrollo científico, pero la ciencia, en el fondo es ciencia anclada en la decisión política, ya no se trata solo de descubrir (para dar calidad de vida social), sino de interpretar un abanico incesante de formas de pensar lo que nos rodea y contiene en cada esfera de nuestra existencia social y personal.

«Actualmente asistimos a un fenómeno que tardo más de cincuenta años en producirse: el acceso a la vida universitaria de los que menos tienen, hoy en las universidades del conourbano se produce esta movilidad impresionante de primera generación de universitarios, realidad que nos habla de una nueva presencia de un actor fundante de la universidad: el alumno. No ya el joven de clase alta o media acomodada, el joven hijo de los postergados históricos, emerge, aparece y con certeza renovara el pensar universitario».

La universidad ha cambiado (sin alterar su sentido primigenio), nos plantea nuevos requerimientos, desafíos y escenarios posibles. Para hacer de nuestro mundo, un mundo con rostro más humanos, mas integral, en relación a la vida comunitaria, hacia el pensar estratégico de lo que vendrá.

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Esta entrada fue publicada en 20/12/2014 por en Editorial y etiquetada con , , , .
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