Espacio de divulgación académico-científica en el área de Educación Superior dirigido por Dr. Fernando Pablo Nápoli
Recordando tramos específicos de mi formación en las carreras de grado y posgrado, emergen las imágenes de aquellos profesores memorables que contribuyeron con sus estilos docentes a despertar mis deseos profundos de pensar y repensar la práctica docente.
El jueves pasado dando la clase de Ingeniería y Sociedad, en un segundo se precipitó un torbellino instantáneo de todos aquellos memorables formadores, finalizada la clase quedó esa sensación de evocar aquel rompecabezas de estilos docentes, cada uno con sus particularidades, improntas personalísimas, temperos ideológicos, éticas bien cimentadas, pedagogías de la pregunta, aperturas y cierres temáticos altamente armoniosos, vuelo intelectual inigualable, pero por sobre todo profundo conocimiento de la naturaleza humana , individual y colectiva.
Ellos tenían autoridad nacida del conocimiento y la actitud y desde allí construían poder, un poder profundamente humano y respetuoso desde lo dialógico, poder sin soberbia, auténtica potestad de recrear el saber sin creérsela!!!!!!!!!!!!!!! Una humildad conmovedora frente a tanto despliegue teórico.
Hermosa, pura y auténtica asimetría entre docente y alumno, que movilizaba el hambre de aprender, superarse y crecer intelectualmente. Hoy muchas voces nos dicen que el docente es solo un facilitador, un mediador del aprendizaje, creo recordando aquellos docentes memorables, que la práctica docente debe ser interpelada cotidianamente para saber mucho mas que facilitadores, pretendamos ser formadores en la complejidad para permear la realidad en cada espacio de aprendizaje.
excelente reflexión Fer. Mas de una vez he pensado lo mismo, pero no supe o no pude ponerlo en tan simples palabras. Gracias.
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