Espacio de divulgación académico-científica en el área de Educación Superior dirigido por Dr. Fernando Pablo Nápoli
En pocos días iniciaremos un nuevo ciclo académico en nuestras universidades, lo que parece una instancia repetitiva, tiene con cada calendario sus especificidades únicas e irrepetibles (como todo proceso histórico), porque el conjuntos de los actores institucionales, perciben lo único e irrepetible, de modos diferentes, pero si hay algo que denota comprender cada inicio.
No somos los mismos que hace dos meses.
Podemos ser los mismos en el posicionamiento organizacional, nuestros roles y status seguramente se mantienen (o hasta quizás experimentemos actividades de movilidad ascendente o descendente en la institución), pero sin dudas emergen escenarios nuevos en lo micro institucional, de hecho esto sucederá en el espacio del aula, en la proyección de nuevos trabajos de investigación o en los criterios de gestión.
Sería terrible que no pensemos cada ciclo académico, más allá de lo formal, que nos quedemos circulando por los rituales académicos sin adentrarnos en el fundamento y la vivencia novedosa de la renovación del ritual.
Nada debería ser lo mismo, ni el tránsito por el cascaron edilicio, ni los deseos de avanzar en la reconstrucción de la práctica docente o en los modos en los que interrogamos desde la investigación el campo disciplinar
Hablo de ver el concepto de ciclo académico como una concepción que apertura, despliega, promueve a entender que nada es circular en la vida universitaria (o al menos por nuestra salud intelectual no debería serlo), y la prueba más simple es que no somos los mismos y nuestros alumnos tampoco. Ni los antiguos, ni los que ingresan, de allí que vuelvo sobre el concepto que terrible pensar que un profesor universitario en cada ciclo haga de su práctica lo mismo, no solo en el plano de la didáctica, sino en su actitud por cuestionar e interpelar a su disciplina, a sus modos de realizar la transposición didáctica, a sus formas producir y gestionar el conocimiento.
Cada uno de nuestros alumnos tiene un proyecto de vida y nosotros podríamos participar para conjugarlo con la misión de la universidad, todo proyecto de vida (con mayor potencia en los jóvenes) implica esfuerzos múltiples, que se construyen desde pequeños logros cotidianos.
Facilitemos el acceso al conocimiento, a los valores, a las competencias, para entender cada ciclo académico más allá de la noción de ciclo, encendiendo el apetito intelectual,
La historia no se repite, la vida académica como elemento constitutivo de la misma, tampoco.
Comparto las palabras del Dr Nápoli, ya que dan cuenta de una mirada pedagógica en la Universidad, espacio reducido desde hace muchos siglos a la enseñanza de saberes científicos de mayor o menor actualización, dependiendo de las carreras, las instituciones y los docentes a cargo….Mirar el aprendizaje, el alumnado, el devenir de la sociedad era tema de otros niveles educativos, de otros tiempos y de maestros…Brindemos por la Pedagogía, superemos cientificismos y didactismos, ya que un alumno interesado y considerado, estará en condiciones de aprender leyes, teorías, conceptualizaciones, generalizaciones…en un mundo en permanente transformación. Prof. Susana Giannattasio.
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Gracias Susana, muy generosa en tus apreciaciones esclareciendo con tus conceptos la cuestión. No nos prives de tus reflexiones, esperamos seguir contando con tu aportes en este espacio. Un Abrazo.
Fernando
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